Mediante la excusa de ver una casa en venta, ladrones se apoderaron de objetos de valor.
Hace unos meses puse en venta mi casa y mi negocio. Para ello pagué por un aviso en el periódico y ubiqué otro en la fachada de la casa, con la idea de ofrecerla rápidamente.
Un jueves, dos personas se acercaron a preguntar por la casa. Mi hija los atendió y los invitó a entrar. Les mostró el interior de la vivienda y también el negocio de la lavandería, que funciona en el primer piso. Eran una señora de unos 55 o 60 años, bajita y robusta, y un muchacho que no pasaba de 30 años; parecían ser madre e hijo y se mostraban muy interesados en comprar.
Ella los dejó seguir. Cuando llegaron al tercer piso, le empezaron a hacer preguntas sobre los armarios de las habitaciones, si estas tenían baño privado y cuántos cuartos había en toda la casa; mientras hacían el recorrido, la señora preguntó sobre la ubicación de la cocina y enseguida se fueron a verla. Allí la señora mantenía distraída a mi hija preguntando sobre el mesón de mármol, la madera de la alacena, en fin; como quien dice, la estaban ‘embolatando’.
Mi hija cree que el muchacho aprovechó, sin que ella se diera cuenta, para esconder un computador portátil que estaba en la mesa, porque al momento, y sin razón alguna, la señora se mostró apurada y le dijo que tenía que encontrarse con unos familiares que querían venir a ver la casa; por eso mi hija los acompañó a la puerta y las dos personas se fueron.
Nos dimos cuenta del robo porque media hora después llegó mi hijo mayor de la universidad y preguntó por el computador. Todo estaba cantado, no eran compradores, eran ladrones.
Yo denunció esta modalidad de robo porque no quiero que a nadie le pase lo que a mí me pasó. Si ponen en venta su casa por avisos en el periódico o en la fachada de su casa, estén muy atentos de quiénes entran a su casa y los movimientos que hacen, algunos no son compradores, quieren robar.
Agustín Bohórquez
Reportero Ciudadano MI ZONA EL TIEMPO
Tomado de: www.eltiempo.com